Donde va Vicente, va la gente;
y donde el Agente no va la gente.
El Agente es gigante como elefante
y Vicente es elegante y triunfante.
Si Vicente corriera contra la corriente
Triunfante correría contra la corriente.
Si el Agente corriera contra la corriente,
corriendo se corría de la corriente.
Y si el Agente apuesta una apuesta,
con la mesa puesta apuesta Vicente.
El Agente en la cuesta pierde la apuesta.
En la cuesta y corriente es triunfante Vicente.
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